El CAMINO DE VICENTE recoge experiencias habidas en los dias que pemanecí en el Camino francés a Santiago

viernes, 25 de octubre de 2013

El Camino

"Ser peregrino es aprender a encontrar la felicidad en las cosas simples de la vida y disfrutar el silencio que nos lleva a nosotros mismos".


El Camino que une Saint Jean de Pied de Port  con Santiago de Compostela es el eje más importante y popular de las peregrinaciones jacobeas.
Desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el Camino de Santiago se convirtió en la más importante ruta de peregrinación de la Europa medieval. El paso de los innumerables peregrinos que, movidos por su fe, se dirigían a Compostela desde todos los países europeos, sirvió como punto de partida de todo un desarrollo artístico, social y económico que dejó sus huellas a lo largo de todo el Camino de Santiago.  La mezcla de reto deportivo con religiosidad, con búsqueda de lo auténtico y de uno mismo, todo ello escoltado por estilos románicos y góticos, entre caballeros templarios y monjes benedictinos, entre hayas y trigos, entre castaños y carvallos, entre leyendas y milagros hacen del Camino de Santiago una experiencia singular.
Todos hemos escuchado hablar del Camino, generalmente hemos oído buenas  referencias que nos hacen pensar en la posibilidad de hacerlo alguna vez.  “Me gustaría hacerlo”, “alguna vez lo haré”, “algo debe tener el camino porque quien lo hace repite”, comentarios como estos  los hemos oído  y también los hemos pronunciado o pensado.


¿Motivos para hacer el Camino?, varios, cada quien tiene el suyo, respetable y basado  en la libertad individual que es la idiosincrasia del Camino. Al final del Camino, en Santiago, si quieres disponer de la Compostelana, la credencial de haber hecho el Camino, te piden rellenar un documento donde hay una columna  que pregunta ¿motivo del Camino?, con dos posibles respuestas : Religiosos /Culturales o deportivos. Lo que yo pude ver es que la inmensa mayoría ponía la cruz en la columna de motivos religiosos.

¿Qué es El Camino?. El Camino es APRENDIZAJE, te enseña  algo importante, como es que en la vida debes fijar un OBJETIVO y para alcanzarlo debes de  poner  medios  como fe, constancia,  precaución, concentración, conocimiento, humildad y generosidad. Tienes que creer en lo que quieres alcanzar, debes de ser constante pese al cansancio, has de ser precavido para no tropezar y lesionarte, tener concentración para no salirte del camino, conocimiento de lo que te  puedes encontrar, humildad para pedir ayuda y colaboración, y generosidad para dar lo que tengas a quien te lo pida. Todo esto lo experimentas y aprendes en el Camino.
El Camino también te aporta conocimiento de ti  mismo y  de tu propio cuerpo, sorprende conocer hasta dónde y cuánto podemos responder y aguantar. Descubres que la fuerza está en la mente de cada uno.  Personalmente nunca había caminado 24 kmts., y por supuesto nunca con 11 kilos encima, en el Camino lo he hecho y no un día, ni dos, sino 37 veces, 37 días, 37 etapas seguidas. El Camino te enseña que : ¡SI QUIERES, PUEDES!, y te invita a que lo recorras, a que lo pises, a que lo camines, porque es la forma de conocerlo y sentirlo. Y cuando te hayas decidido, cuando lo hayas hecho sentirás una gran satisfacción, ¡mucha autoestima!.

¿Recomendaciones? :  ¡ HACERLE SOLO!. Es la forma de ser libre y de respetar la libertad de quien te fuera a acompañar. ¡No condiciones a nadie y que nadie te condicione a ti!.
En el Camino hay otros amigos que puedes descubrir, de los que puedes aprender, a los que puedes enseñar.
Previamente es recomendable conocerle y programar las etapas a hacer y albergues donde dormir,  guías editadas  y páginas web que facilitan todas estas necesidades.  http://caminodesantiago.consumer.es/.
Hay peregrinos que utilizan hostales, pensiones para dormir porque recelan de los albergues; pues bien, la recomendación es dormir en albergues para no "abandonar" el camino. Aquí conectas con quien tiene sentimientos o motivos iguales o parecidos a ti, compartes muchas cosas comunes que te aportan proximidad y complicidad. En los Hostales, ¡desconectas!
Y.....¡DECISIÓN!,   por ello hay que fijar un día y ponerte a andar.
¿Quién es el peregrino?. Hay un dicho entre los hombres de la mar, atribuido a un filósofo griego, que dice : “hay tres tipos de hombres (personas), los vivos, los muertos y los marinos”, pues bien, después de conocerlo, yo añadiría un tipo más, el de los peregrinos. Vivir en el Camino durante muchos días hace  sentirte en otro mundo diferente completamente en el que vives, del que vienes y al que vuelves. Un mundo donde te encuentras personas de muchas nacionalidades y originarias de muchos miles de kmts. que pueden tener otras culturas, otras formas de ver y sentir la vida  En mi Camino he encontrado gente hasta de las antípodas, de Australia, con quienes compartes aire y espacio y te puedes comunicar por medio de la palabra, la mirada y el respeto. 

¿Cuánto cuesta el Camino?. Puedes gastarte mucho dinero si comes a la carta, duermes en hoteles y te lleva la mochila una empresa de transporte de mochilas. Hay peregrinos o personas que caminan así, pero no son la mayoría y no se decir qué porcentaje de personas caminan lo hacen.
Puedes gastarte poco si vas a albergues de la iglesia o parroquiales, incluso algunos municipales, donde cenar, dormir y desayunar no tienen coste fijo sino que dependen de la voluntad, que no es vigilada ni exigida, por lo que podrías hacerlo por 0 € .
Lo que más se utiliza es comer o cenar un menú del peregrino, todos tienen un coste aproximado a 10 €, tomar un desayuno de 3 € de media, un almuerzo o bocata, pincho, etc, en el medio del camino por otros 3 €, una merienda de fruta, bocata y agua por otros 3 € y dormir en albergue público o privado por una media de 8 €. Total = 27 € diarios.
Hay otro modelo como es el de alternar albergues con Hostales y hacer alguna extra en los menús, de esta forma puedes llegar a una media próxima a 40 €, ésta ha sido mi experiencia.
El Camino no es barato, unas vacaciones  haciendo el Camino te puede costar más que unas vacaciones en la playa.

Hacer el Camino es una experiencia inolvidable.  Para contribuir a ello hago este blog con los recuerdos almacenados y pensando en poder compartirlos con aquellos que lo vivieron o quieren vivirlo. Porque el Camino también es COMPARTIR experiencias.

"Andar es caer hacia adelante. Cada paso que damos es una caída que detenemos a tiempo, un fracaso que evitamos, un desastre que evitamos. Por eso caminar es un acto de fe." Paul Salopek. Periodista ganador del premio Pulitzer


domingo, 13 de octubre de 2013

Etapa 1 : Saint Jean Pied de Port - Roncesvalles (26 kmts)

El día 4 de Septiembre de 2013, tomo el tren en mi ciudad de origen, Palencia, con destino a Pamplona, allí tomé un Bus hacia Saint Jean Pied de Port, País Vasco Francés, ciudad situada a los pies de los Pirineos. 

La primer sorpresa fue comprobar el elevado número de peregrinos que había en la ciudad y en consecuencia el primer problema fue encontrar albergue donde dormir. Las calles parecían un hormiguero de gente que preguntaban, que iban y venían sin saber para donde tirar. "Mal empezamos", pensaba. Ni en los Hoteles había plaza, recuerdo como anécdota un céntrico Hotel donde me decían que sí había una habitación por 158 €, nos reímos. Al fin apareció un albergue, un poco retirado del centro, el GIT COMPOSTELLANE, donde nos albergamos todos los que buscábamos. Era mi primer albergue en la vida, mi primer litera, era una habitación de cuatro: una francesa, un inglés, un americano y un español. Esa noche había que alimentarse porque la mañana siguiente iba a ser de mucho desgaste. Mucho había leído de esta etapa, de  su dureza, después he sabido que todos los años son varios los peregrinos que en invierno pierden la vida. Me asustaba el peso de la mochila , no tenía experiencias previas de superación  de kmts. y alturas con tanto peso, pero tenía una gran cosa a favor, las ganas y la fe de superar todo.

Día 5-09-13
A las 6,30 caminaba por las empedradas calles de Saint Jean, Por la puerta de España, buscando el camino  hacía España.  La etapa destaca por su belleza paisajística y el atractivo añadido de pasar a pie la frontera entre Francia y España, pero también por su dureza, son 26 kmts. de los cuales 22,5 son de subida, hay que atravesar los Pirineos, un desnivel de 1.250 m. desde su inicio que se encuentra a una altitud de 177 m. hasta el collado de Lepoeder (Collado Bonito), desde donde se divisa el valle de Roncesvalles, situado a 1.450 m. Desde este collado hay que bajar 3,5 kmts por unas pendientes grandes que exigen mucho a las piernas, especialmente las rodillas, un esfuerzo de retención y mucha precaución y concentración para evitar lesiones que acabarían con el proyecto del Camino.
Eran las 16 horas cuando llegaba a Roncesvalles, casi 10 horas en el Camino de la primer etapa. ¡Jamás había hecho cosa parecida!. Las aguas frías del arroyo dieron oxígeno a un cuerpo agotado. Ahora hay que buscar lugar de descanso, ¡eso tan importante!. La hospitalera del albergue de la Real Colegiata estaba asombrada por la cantidad de peregrinos que había, "¡todos giris!", decía, "¡americanos y canadienses!, españoles sois cuatro. Pero tienes que irte a la zona vieja porque la nueva esta ocupada.". "Entonces déjame buscar otra cosa, ¿puedo?". "Pero date prisa que esto hoy se ocupa totalmente". Salí al exterior de la Colegiata, gentío, vehículos, ... pero yo tenía una prioridad, ¡buscar donde descansar!. Me dirigí al primer Hostal, al más próximo. Inocente yo, pregunté: "¿Hay habitación para dormir?", "¿Tienes reserva?", "¡No!", "Pues no tienes nada que hacer ni aquí ni en ningún Hostal de Roncesvalles, si quieres puedo llamar a Burguete, a 2 kmts de aquí, ¿te parece?". No lo dudé.  Una cerveza con gas que duró  solo seis segundos y a caminar de nuevo. Son solo 2 kmts más, me decía. Mi cuerpo iba veloz porque buscaba el premio del descanso, no sentía el cansancio, no podía acordarse de ello, la mente es la que manda. Al fin y al cabo, le decía al cuerpo, este camino no le haces mañana. En 20 minutos llegué, y es curioso comprobar los efectos físicos y mentales, fue ver el pueblo, estar en él y ¡derrumbarme!, llegué muerto al domicilio-pensión que me habían encontrado. ¡Ducha!, cena en un sencillo Bar del pueblo y a las 20,30 h. en la cama.

Desde mi salida de casa y hasta el comienzo de esta etapa, solo a un peregrino había conocido o había entablado conversación con él, se trataba de una mujer mejicana a quien conocí en la estación de tren de Pamplona; yo buscaba la forma de desplazarme a la estación de Autobús para viajar a Saint Jean, ella me facilitó la información y juntos viajamos por las calles pamplonicas a bordo del Bus. La estación está en la Ciudadela, la salida del Bus para Francia era a las 17,30 y  había tiempo, después de las conversaciones típicas en esta situación, cada uno ejecutó un tiempo de espera diferente. A la hora de la salida yo estaba a bordo pero ella no, iba a marchar el Autobús y la mejicana no estaba, pedí al conductor el favor de esperar para ir a buscarla, pronto la localicé, se había entretenido en la comunicación con Méjico vía internet, volvimos corriendo. En Saint Jean nos despistamos voluntariamente, la libertad del Camino. Volví a verla, me vio ella en la subida a los Pirineos, yo hacia fotos, ella pasaba con un grupo y me gritó en la distancia para saludarme y decirme que le había salvado la vida. Ella caminaba deprisa, no la volví  a ver, pero sí pregunté por ella, incluso un amigo común me envió una foto; quiero tenerla aquí porque para mi tiene valor, porque es el del primer rostro del Camino.

Esta etapa impresiona y causa dudas de poder hacerla desde la lectura; pues bien he de decir que todo el que se lo proponga, quiera sufrir y quiera gozar, la va a superar, y he de decir también que superarla te anima a continuar, es la prueba de que puedes hacer todo el camino y es una fuente de alimentación de autoestima muy grande.
A continuación cuelgo este video con colección de fotos hecha por mí.

                       

Estas imágenes, al igual que las de las etapas restantes, unas 1.500, constituyen pasajes de una parte importante e inolvidable de mi Camino.


viernes, 11 de octubre de 2013

Etapa 2 : Roncesvalles a Zubiri (21 kmts.)

Dia 6-09-13

Necesitaba descansar bien la noche de la primera etapa. Nunca antes en mi vida había caminado 28 kmts. (2 más hasta Burguete) y con 11 kilos encima. A medianoche desperté para ir al baño, me dolía TODO, "¿cómo voy a poder hacer la segunda etapa?, me entró miedo y dudas." . Pero el cuerpo es generoso y después de otras cuatro horas de descanso, estaba ya presto a caminar. Con la ayuda de la propietaria de la casa donde dormí, reservé otra habitación en Zubiri.

Esta etapa fue importante porque conocí a tres personas, amigos del camino, con los que compartí sentimientos de la vida, kilómetros del Camino, tiempo, .... y ahora recuerdos, ellos son Jaime, Miguel y René.
No recuerdo las primeras palabras ni la foto con René, pero perfectamente recuerdo los primeros flashes con Jaime y Miguel, casualmente ambos mejicanos y que caminaban por separado. Estaba haciendo una fotografía a un grupo de vacas pastando y Jaime me preguntó si era profesional de la fotografía, seguimos conversando poco tiempo más, no volvimos a hacerlo hasta la etapa siguiente donde volvimos a coincidir.
Miguel llamaba la atención viéndole desde detrás por el gran volumen de la mochila que llevaba, cuando estuve a su altura le pregunté, "mucha penitencia debes hacer por la carga que llevas", "ni con cuatro mochilas como esta pagaría mi penitencia", me respondió. La conversación con este hombre me permitió descubrir a una persona extraordinaria, a un hombre que según palabras de él " me cansé de darme golpes en la vida, herí a mucha gente sin intención, me cansé de sufrir, no supe vivir,  pero  gracias a Dios me he dado cuenta que la vida es bonita, Él me ha dado la oportunidad de cambiar, me ha hecho reflexionar y a través de esta reflexión he llegado al arrepentimiento, y este es mi camino." . Miguel (se le ve en varias fotos por detrás, se le conoce por la mochila grande. Está en dos fotos conmigo) era buen conversador, con unas ideas firmes de la vida, "la vida es aprender a tomar decisiones, no existe el fracaso, existe el aprendizaje", "estamos adaptados a una sociedad enferma, no nos damos cuenta que vivimos en una cárcel de la cual no vemos los barrotes".


Esto tiene el Camino, la oportunidad de conocer personas y vivencias, aprendizaje, como decía Miguel. Volvimos a vernos en el alto del Perdón, después de Pamplona.
Esta etapa de 22 kmts. discurrió por un terreno suave, con pocas irregularidades, donde el perfil más destacado es el de la bajada desde el Alto de Erro a Zubiri. Hay que destacar la limpieza y  belleza de los pueblos navarros: Burguete y Espinal, por sus edificios de piedra adornados con balcones de flores.
Lo peor fue la llegada a Zubiri, donde muchos peregrinos no encontraron alojamiento y se vieron obligados a tomar un taxi hasta otra localidad. Según la opinión de los profesionales del Camino, no han conocido otro mes de Septiembre con tantos peregrinos. Esta circunstancia condiciona el comportamiento de todos, unos madrugando y caminando deprisa hacia el fin de la siguiente etapa para tener plaza en los albergues públicos, a otros utilizando las guías y los móviles para reservar plaza en los albergues privados u hostales.
El único español conocido del Camino, con quien había intercambiado breves conversaciones en ésta y anterior etapa, se encontraba a la entrada del pueblo, sin alojamiento. Paco, se llamaba y era natural de Murcia. Yo tenía reservada una habitación en una pensión, "si hay dos camas o un sofá puedes dormir conmigo", le comenté. Y así fue, había un sofá. Compartimos espacio y economía.


jueves, 10 de octubre de 2013

Etapa 3 : Zubiri - Pamplona (21 kmts)

Día 07-09-13

A partir de Zubiri nos acompañará el rio Arga en nuestra ruta a Pamplona. Es un recorrido  que nos regala hermosas estampas, pues la ribera nos lleva a través de bosques autóctonos por pequeños pueblos rurales, y por sendas adornadas por espinos de endrinas o pacharán como las llaman por esta tierra, hasta la capital navarra, donde entramos por el puente medieval y las antiguas murallas de la ciudad. Los 9 primeros kmts, hasta Zuriain, son los mejores porque discurrimos por bosques de robles y a orilla del Arga. En el Camino conoces también a  lugareños que a veces te aportan compañía y conocimiento, así nos ocurrió con Esteban, un navarro recio dedicado a la ganadería caballar en el monte, ya la conocimos en el Pirineo junto a la ganadería lanar de ovejas lachas. A este navarro le gusta acompañar a los peregrinos junto su perro de caza y contarles cosas del lugar como la elaboración del famoso licor navarro del pacharán, y también del Camino porque él se consideraba también peregrino por haber hecho este, el Francés y también el del Norte. Por ejemplo nos contó que todos los inviernos muere algún peregrino en la etapa de Saint Jean, generalmente asiáticos, coreanos dijo él, por falta de conocimiento y de precaución. Recordamos que el hijo del personaje que protagoniza Martin Sheen  en la peli The Way, muere en esta etapa. La referencia de esas tragedias es el invierno, con mal tiempo, no es en el verano y con un estupendo tiempo como lo hemos cruzado nosotros, pero no obstante nos hace sentirnos un poquito más grandes.



Esteban nos acompañaría durante 3 o 4 kmts, donde se dio la vuelta para regresar a Zubiri, nos quedamos solos y poco a poco fuimos individualizando nuestro camino, porque a los peregrinos nos gusta caminar solos durante una buena parte del trayecto o recorrido. 


A partir de Zuriain el Camino se abrió, dejamos los bosques y espacios cerrados o estrechos para hacerlo por zonas desarboladas y próximas a la vía de circulación rodada, así hasta Villaba, localidad del conocido deportista de la bicicleta, Indurain. Desde este lugar hasta Pamplona no pisamos tierra, fueron unos 4 kmts haciéndolo sobre ladrillo de las aceras, transitamos por zonas urbanas unidas por puntos indeterminados, fue muy desagradable caminar así, por el firme y por hacerlo entre los urbanitas; parecíamos invisibles para ellos, sentíamos indiferencia por su parte, parecía que les molestábamos, pero lo que ellos no sabían o no saben es que a los peregrinos tampoco nos gustaba encontrarnos con ellos, con sus ruidos, ni pisar sus suelos; nos encontramos mejor pisando tierra o verde, acompañados de la naturaleza y del sonido del silencio.
Afortunadamente la entrada de Pamplona fue muy agradable y bonita porque fue por la parte antigua e histórica, zona de jardines y de piedra, las antiguas murallas de la ciudad y muy pronto la estrechas y empedradas calles pamplonicas por donde transcurren los encierros de San Fermín. Era fin de semana y había mercado medieval, las calles estaban bloqueadas por la gente y los peregrinos nos confundíamos con ellos. Había reservado habitación en un Hostal cerca de la Plaza del Castillo.


miércoles, 9 de octubre de 2013

Etapa 4 : Pamplona a Puente la Reina (24 kmts.)

Día 08-09-13

Entre la cuenca de Pamplona y la llanura navarro-riojana ya solo se encuentra el alto del Perdón, donde las originales siluetas del monumento al peregrino escoltan a los caminantes. Se trata de un ascenso cómodo que nos regala impresionantes vistas de lo andado hasta ahora, una vez arriba apreciamos la belleza de la llanura a la que vamos. No se si es un lugar para pedir perdón, pero sí lo es para disfrutar del descanso, de la meditación y del paisaje, aunque hay que protegerse del viento extraordinario que allí sopla, por esto el aprovechamiento de esa fuerza natural para generar energía eléctrica limpia.
Aunque la lluvia ya nos había visitado en Zubiri, en Pamplona lo hizo con mayor insistencia y tiempo, por espacio de una o dos horas dependiendo de la hora de salida de cada uno, afortunadamente el resto de la etapa lo hicimos sin ella e incluso con sol; la lluvia no la volvimos a ver hasta territorio gallego. Sabía que hoy tocaba lluvia, por ello compré ayer un paraguas plegable (otro peso más a la mochila) para ayuda en estos casos, y  antes de las 24 horas lo usé, después solo acudí a su servicio en Santiago, cuando iba de "paisano". Salí del Hostal y no llovía, las calles céntricas estaban ocupadas por restos de las fiestas de los fines de semana, se escuchaba el ruido de las escobas que los arrastraban por las estrechas y empedradas arterias pamplonicas, junto los pasos vacilantes e irregulares de los pocos supervivientes de la noche. Con la mochila a cuestas y tratando de localizar algo abierto donde desayunar y de buscar la vía de salida, me puse en marcha. Las metálicas conchas adosadas en las baldosas de piedra me llevaron por la calle de los Mercaderes y la plaza Consistorial a otras vías que se van ensanchando hasta llegar a la Ciudadela, comienza a llover y hay que buscar un banco y el refugio temporal de un árbol para abrir la mochila y sacar prendas de agua, muy cerca una pareja frota sus cuerpos sin importarles el agua. Una vez listo reanudo el camino y estreno el paraguas, la lluvia arrecia y resoplo pensando en cómo aguantar esa intensidad durante varias horas, comienza a clarear y por el oeste, el punto hacia el que me dirijo y por donde viene el agua, se ve algún color azul entre el gris oscuro del cielo, la intensidad de la lluvia amaina y en menos de una hora se para. ¡Que bien!, ya fuera de Pamplona, todavía por vías de asfalto, encuentro un Restaurante, hay mochilas fuera y peregrinos que llegan y se marchan después de quitarse la ropa de agua. Me espera el café con leche y las tostadas con mantequilla. !Cuatro pavos!, me cuestan, ¡joder con los navarros!. 


Con más alegría sigo a los peregrinos que me preceden, pronto piso tierra y lo agradezco, no muy alejado se distingue la sierra donde está el alto del Perdón, uno de los puntos emblemáticos del Camino, está envuelto en nubes que se mueven y cambian sus formas con rapidez, los claros en el cielo son cada vez más grandes. El ascenso fue agradable, la pendiente no es fuerte, sí es larga y de poco nivel hasta la llegada, se hace bien, más en un día como el que nos correspondió, muy agradable la temperatura  y el olor a tierra y rastrojos mojados.
A medio camino de esta subida volví a coincidir con Jaime y René, con quienes continué hasta Puente la Reina; en el alto coincidimos con Miguel Ayala y nos hicimos unas fotos para recordar, esta fue la última vez en la que coincidí con él. La etapa discurrió bien, salió el sol y pasamos calor que sumado al tiempo contribuyó a la aparición del cansancio, deseábamos fervientemente llegar a Puente la Reina, localidad a la que da nombre el puente románico construido en el siglo XI sobre el rio Arga para facilitar el paso a los peregrinos, la ciudad fue construida un siglo más tarde, esto nos da idea del respeto o consideración que esta gente ha tenido en la edad Media. La localidad tiene historia y edificaciones de interés, por ello hay que invertir un tiempo de la tarde en conocerlos.

Pasé la noche en el Albergué Jakue. Recomendable.

martes, 8 de octubre de 2013

Etapa 5 : Puente la Reina - Estella (22 kmts)

Día 09-09-13

Sin luz natural recorrí la calle Mayor de la localidad para cruzar el puente que es la salida  hacia Estella. A estas horas, aún no son las 7, solo los peregrinos y vehículos de reparto se mueven por las ciudades, que siempre tienen algún Bar o Cafetería abierto porque conocen que los peregrinos necesitan un alimento caliente para empezar a funcionar, por lo que es una buena oportunidad de negocio y saben no deben perder, el Camino genera riqueza. Las mochilas ocupan los espacios del local, hay momentos que son pocos los que quedan libres, los palos se caen y tropiezan los pies de los peregrinos que entran o salen, se cruzan las miradas comprensibles y una sonrisa  sella los tropiezos. Los trabajadores se mueven con rapidez para atender las necesidades, no es necesario conocer otro idioma que el castellano para satisfacer las peticiones, estas son "sota, caballo y rey". Con el calor del café y el sabor dulce y pegajoso del croissant, cargamos y nos ajustamos la mochila, tomamos los palos y salimos al Camino. El desayuno es uno de los momentos gratificantes del Camino.
En esta etapa me ocurrió una de las anécdotas del Camino, no la había contado en un principio por su sentido escatológico  pero lo voy a hacer ahora porque es natural y entonces... Salíamos casi todos con las linternas frontales debido a la ausencia de luz natural y justo cruzar el puente me dio un apretón : "ya no vuelvo a la cafetería, es de noche y aprovecho en un lugar  apartado". Así que ese era mi objetivo inmediato, pero éramos muchos los que había por delante y por detrás.  El trayecto estaba bien señalizado y no era imprescindible la luz frontal, yo no la llevaba. En un momento, por la densidad de población y la presencia de un pequeño camino que se acercaba al rio, decidí separarme para aliviarme y cuando caminé unos 20 metros miré para detrás y observé a un par de peregrinos detenidos mirando al camino principal y a mi. No había duda que ellos dudaban por donde ir, les grité: "para allí", el apretón era muy exigente por lo que me despreocupé de ellos e hice lo que tenía que hacer. Estaba en plena faena y con las dificultades que ello comporta, cuando veo una luz iluminando el camino al que me había desviado, eran ellos, no me habían entendido pues ahora tampoco van a entender las palabras que les voy a decir pero lo van a comprender enseguida,: "!que os vayáis para allá, que estoy cagando, joder!". Se dieron la vuelta y corriendo. Escuchaba sus risas, pero a mi no me había hecho ninguna gracia.



El perfil de esta etapa es poco ondulado, la altitud de la salida es prácticamente igual que la de la llegada, unos 350 m. Hay varios altos en el camino pero que no superan los 500 m. Así pues cambia la orografía del terreno, baja la altura y se redondean las imágenes que recortan el horizonte.

Aparecen cultivos como el viñedo, el cereal y el olivo, y en esta época después de recogida las cosechas de cereales, los colores del campo son amarillo y verde, la tierra es cultivable en casi su totalidad, por ello hablamos de comarcas con posibilidades.

En el primer alto de la etapa, a unos 4 kmts de la salida, otra vez haciendo fotos a la luz del amanecer, encuentro a Jaime acompañado de René, continuamos juntos hasta Lorca, aquí Jaime se adelanta por no bajar su ritmo al nuestro.                                                   
     

A unos 8 kmts de Puente la Reina, en un día agradable y soleado, aún con la luz de sol muy oblicua, divisamos en la lejanía un conjunto de edificios blancos en una loma y sobre una alfombra verde. La mezcla de los colores del terreno y los cultivos, junto con la luz y las sombras, más el surco del camino ocupado por los peregrinos ofrece unas estampas que inevitablemente obligan a éstos a disparar su cámaras o móviles. La belleza puede aparecer en cualquier momento, esto es otra de las ofertas del Camino. El pueblo se llama Cirauqui, es una localidad navarra bien conservada, casas de piedra y escudos de nobleza indican que ahí hubo historia, que tuvo un pasado brillante. Por la hora y los kmts recorridos, es un buen lugar para que los peregrinos hagan un alto para descansar y repostar. Igualmente, Lorca, a unos 7 kmts más allá, donde una plaza acogedora y una fuente tentadora es, en tiempo de calor, a mediodia y con varios kmts. encima, una invitación irresistible. De todos los modos los peregrinos tenemos actuaciones contagiosas, nos sentamos o paramos allí donde vemos a otros en esa posición o actitud.
Desde Lorca hasta Estella camino con René, hacerlo con este hombre es, por su educación, simpatía y saber idiomas,  pararse a hablar con gente del camino, generalmente mujeres, y por ello es entretenido.
  
Estella, nacida al amparo del Camino como burgo de artesanos y comerciantes franceses, es otra de las grandes e históricas villas que cruza esta  tradicional senda y que como todas dispone de historia y de edificios como museos, iglesias, palacios, etc.. dignos de conocer y referir pero los peregrinos no los tenemos entre nuestras preferencias, porque antes está el cuidado del cuerpo y de lo que le viste. Esto no quiere decir que no seamos curiosos ni sensibles a la belleza de los edificios ni a la historia.

lunes, 7 de octubre de 2013

Etapa 6 : Estella - Los Arcos (22 kmts)

Día 10-09-13

Hasta ahora, solo en un fin de  etapa dormí en albergue, fue en Puente la Reina, el resto, exceptuando la etapa de salida de Saint Jean, lo hice  en Pensiones y Hostales. No será así en la mayoría del resto de etapas que habrá que hacerlo en albergues, por dos motivos, uno económico y otro social, ya que en los Hostales o Pensiones te cuesta entre 20 y 30 €, y en los albergues unos 8, 9 €. La razón social es que en Hostales no vives el Camino; los albergues es el ámbito donde puedes empatizar con las personas que están viviendo lo mismo que uno, aunque no hubiera comunicación verbal hay una aproximación física, una comunicación visual, un sentir las mismas cosas que hacen que "estés ahí" en el mismo equipo. No es igual salir del albergue con tus compañeros, amigos, que hacerlo desde el Hostal o la pensión, solo, hasta que te incorporas al Camino. Por ello, un consejo que doy a quien quiera hacer el Camino es el de dormir en los albergues: parroquiales, públicos o privados. Los parroquiales los regenta la Iglesia por medio de hospitaleros voluntarios, en ellos puedes dormir, cenar y desayunar, aportando la voluntad; los públicos los gestiona el Ayuntamiento y tienen unos precios modestos, en torno a los 5 €; y los privados son algo más caros, entre 9 y 12 € y puedes encontrar servicios mejores. 

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Durante esta etapa las pequeñas poblaciones que florecen entre la Sierra de Montejurra, conocido escenario de batalla  entre carlistas y liberales, y el pico Monjardín serán las únicas compañeras del peregrino, y se concentrarán en los primeros 10 kmts. del recorrido. A partir de ahí, los otros 12 kmts restantes se vuelven solitarios, desapareciendo incluso los bosques, y el Camino discurre entre silenciosos campos de cereal y alguna que otra viña. Más que una comarca navarra parecerá una comarca de tierra castellana.
Inmediatamente que salimos de Estella, aún con poca luz, encontramos en Irachi una bodega de vino con la singularidad de tener una fuente de vino, así, en esta etapa, el que quiera puede cambiar el líquido de la botella de agua.
En la siguiente población, Azqueta, se encuentra uno de los personajes del Camino, Pablito "el de las varas", un vecino que desde 1986 hace varas de avellano "porque crecen rectas y son de poca densidad, poco peso", y las regala a los peregrinos, "habré hecho entre 30 y 33.000 varas, ahora no tengo, me falta la materia prima, tengo que ir a buscarla a Erro, pedir permiso al municipio para cortarlas". Una persona simpática, con conocimiento de la vida rural, que como tengas la suerte de encontrarlo "pone una guinda" en tu etapa a pesar de alargártela bastante tiempo.


Desde la salida de Irache llama la atención, en la lejanía, un monte en forma de cono con  ¿piedra, edificio? en la cúspide. Será una referencia permanente que se hace más grande en la medida que nos acercamos a ella. Es el pico de Monjardín, situado en Villamayor de Monjardín, que tiene en la cima un castillo que fue un punto clave en el tiempo de la Reconquista. Pasamos por su faldas plenas de viñedos. Antes hemos de encontrar un aljibe medieval  conocido por los vecinos como la fuente de los moros.

Bajamos al valle y cambiamos los colores verde por el amarillo de los rastrojos de los cereales, terreno plano y agotador. Llegar a Los Arcos es cansado, fue una de las etapas más agotadoras, igualmente debía serlo para otros porque hubo un lugar, un rastrojo, donde no nos importó tirarnos a descansar. En la etapa no encontré a mis viejos compañeros René y Jaime, estos los hallé en los Arcos, tomamos una cerveza y nos fuimos a nuestro alojamientos. Más tarde comimos juntos e igualmente volvimos a vernos por la tarde comiendo un bocata y tomando unos vinos. Este día fue el último donde vi a Jaime, después hemos hablado por tlf y comunicado por las redes sociales pero no volvi a verle, siguió su ritmo, su camino. Ese día parece que presentía esto porque me ofreció una pulsera que a día de hoy todavía llevo puesta; me presentó varias a elegir, dijo que las trajo al Camino para entregar a los amigos que encontrara. Me siento honrado por esta consideración.
A René volví a verle en la siguiente etapa y compartir con él mucho camino.